En 1918, la peste neumónica asolaba toda la población y en la ciudad de Viana do Castelo se realizó una procesión, el 10 de noviembre, donde se prometió subir al monte de Santa Lucía y hacer la consagración a la imagen del Sagrado Corazón de Jesús allí presente, si la peste se detenía. Tal hecho se registró y, por eso, la promesa tuvo que ser cumplida. Impedidos de hacerlo en 1919 y 2020, solo en el año de 1921 la promesa fue cumplida y repetida todos los años.
Actualmente, la peregrinación, con Eucaristía, ocurre en el fin de semana después de la semana en que se celebra el Cuerpo de Dios. A ella acuden todas las parroquias del arciprestazgo de Viana.